Treehouse

-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA -¡GROVICK! ¡GROVICK! ¡RESPIRA! -JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA -AAAAAAAAAAAAAAAH! AAAAH! AAH! YA! YA! YA ME CALME. -La inercia del chiste me siguió todo el día, varias veces me cacharon en la calle riéndome como idiota. Es que es algo tan simple pero tan gracioso y estúpido. -¡ES PERFECTO! -JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA -¡YA ESTUVO BIEN! ¡TIENES TU TEMA DE HOY O NO! -UUUY. Relajase señor azul, y deje de apuntarme con esa arma. -¡ESTOY HARTO DE TUS ESTUPIDECES, AHORA VAS A HACER LAS COSAS A MI MANERA! -¡O ME DICES TU TEMA O TE DISPARO! Mientras el señor azul, colocaba el arma en mi sien. Yo muerto de miedo buscaba algún tema de que hablar. En realidad era una pistola de agua, pero. ¡Estaba llena de orina! No quería arriesgarme a tal líquido. Miraba desesperado a mí alrededor, tratando de que las cosas que había me dieran una idea. -MMMMMM -De lo educativo, divertido e influyente, que fue la caricatura de los pica...

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Cuando empiezas poco a poco a desprenderte de tu identidad, a ser un humano genérico, dejas de verte en una edad determinada. Luego dejas de identificarte con el tiempo en general. Después ya no te reconoces originario de una patria o hablante de una lengua determinada. No te ves en tu nombre, no te confundes con las cosas que posees, vas cesando en la identificación. Te agarras a lo que eres. A la alegría de la vida. Eres cada vez más feliz y no necesitas el traje rígido del carácter o de la personalidad. Te haces fluido, como el agua. Lao Tse dice: «Hay que ser como el agua que toma la forma del vaso que la contiene». Vas por la vida tomando formas y eso es magnífico. Hay un momento en que lo aceptas y te dices «Esto que soy yo desaparece». Y una vez que eres consciente, todo el tiempo estás ahí. Sientes en tus talones un abismo de vacuidad total, y vas avanzando como una luz. Y esa luz que eres sabes que se la va a tragar el abismo. Existe la esperanza de que te disuelvas con un goc...

La danza de la realidad. La primera vez que escuche esa frase fue en un libro de Alejandro Jodorowsky, uno de mis autores favoritos. Y hay un libro de el con ese titulo, que lamentablemente no he leído todavía. BUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU En estos últimos días he comenzado a formarme un concepto propio de esa simple frase. En base a experiencias simples pero que, ya analizándolas mas tranquilamente, me parecen demasiado convenientes. Experiencia 1.- Bien, yo estudio japonés en el IPN, son 14 niveles para completar el curso. Cada nivel se cursa en 2 meses. Ahorita estoy inscrito y avanzando, pero por poquito y pierdo este bimestre porque estaba algo ocupado con la escuela. Es mas estaba destinado a perder este bimestre, por estar ocupado no me había informado de las fechas de inscripción. Pero gracias a que cierta tarde una amiga me recordó que existía el japonés se me prendió el foco y resulta que estaba a un día de que se cerrara la convocatoria. Y al final regrese como siempre. Experiencia...

Después de descansar unos cuantos días, el sabio decidió continuar su camino, su verdadero camino. Cuando era joven se hizo la promesa de que aprendería tanto que podría ayudar a cualquier persona. La promesa venía del simple espíritu de altruismo hacia los demás. Se Inscribió en la Universidad de Arkam y, animado por su promesa, se esforzó año tras año por aprender y logro tener un conocimiento enciclopédico monumental. Cultivo su cuerpo y mente en las diferentes ciencias, artes y disciplinas de su mundo. Todo su esfuerzo inicial rindió frutos. En poco tiempo se esparció la noticia en todo el estado de Arkam que existía un erudito que podía resolver cualquier problema que existiera. Y es así que personas de todas partes vinieron a visitarlo, traían problemas de todo tipo, y gracias a su conocimiento lograba resolverlos con presteza y eficacia. ¿ ¡ ¿ ¡ ¿ ¡ C O N Q U E ? ! ? ! ? ! ? ! Que era bien chido para resolver problemas pues. AAAAAA AAAAA AAHHH HHHH!!! Aunque, como siempre, no t...