Treehouse

Primer día de la rutina, y todo estuvo bien me siento un poco entumecido de los brazos pero al menos hasta ahora están bien. No hay sangrados y los puedo mover normalmente. Es bastante singular la sensación de cuando comienza un sangrado interno en una articulación. Es como una comezón por dentro y lo más recomendable es no moverla. Porque si la forzas al comienzo de un sangrado. El dolor cuando ya esta completamente inflada es mayor. En realidad las heridas internas en las articulaciones son bastante comunes en cualquier persona, pero en una persona sin hemofilia sanan en segundos. Me gusto comenzar me sentí muy emocionado. Y  creo que al menos podre ver los primeros resultados hasta el primer mes. Solo queda continuar. Otro gran proyecto es lograr entrar a la Escuela Nacional de Música. Desde los 3 años he tocado el piano pero, aunque llevo bastante tiempo, no soy un profesional ni mucho menos un virtuoso. Eso si, se solfear y prácticamente con la partitura de cualquier p...

Saben en realidad nunca he utilizado este blog para contar cosas personales, siempre he pensado que lo que me sucede diariamente no merece la pena de dedicarle un post. Pero ahora tengo 3 proyectos que pienso que seria bueno mantener un registro publico. El primero es que comenzare a hacer ejercicio, y uno diría “Y ESO QUE RAYOS TIENE DE RELEVANTE”. Pues resulta que yo naci con una enfermedad en la sangre que se llama hemofilia y a grandes rasgos a mi me ha debilitado bastante los músculos de mis articulaciones. ¿Qué es la hemofilia? Es una condición genética que produce una falla en la coagulación de la sangre. Ósea que hace que uno sangre más fácil y por mas tiempo. Cuando una persona sin hemofilia se corta, en la sangre comienza un trabajo en equipo de 12 proteínas, también llamadas factores, que hacen que la herida sane. La hemofilia es la falta parcial o completa de uno de esos 12 factores lo cual retrasa o entorpece por completo la recuperación. Hay 2 tipos Hemofilia ti...

Trabajo la tierra desde que sale el sol hasta que se pone. Los bueyes que arrastran el arado llevan la misma vida que yo padezco. Nos desgastamos mucho, comemos poco, hacemos fructificar una tierra que no es nuestra. Apenas tengo un momento libre, lo empleo en extender redes, y así, de vez en cuando, puedo gozar del sabor de una perdiz. Ayer tuve la sorpresa de ver un águila prisionera en mi trampa. ¡Qué dignidad de mirada: ahí estaba, decidida a no rogar, esperando la muerte, inmutable! Sentí tal respeto por su belleza que fui incapaz de enjaularla. ¡La dejé libre! Subió como una flecha hacia el centro del cielo y desapareció entre las nubes.  ¡Confieso que le tuve envidia! Hoy, como de costumbre, me senté a masticar un pedazo de pan duro a la sombra de un viejo muro. Vi un punto negro en el cielo que se acercaba a mí con velocidad sospechosa. ¡Era el águila! Antes de que pudiera levantarme, extendió sus garras. “¡Pájaro maldito, ingrato, has venido a sacarme los ojos!” Se me ...